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GUERRA RUSIA / UCRANIA: LOS ALIMENTOS BALANCEADOS SE VERÁN AFECTADOS.
Hoy, la mirada del mundo está puesta en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Los efectos de un conflicto de este tipo se extienden a todos los rincones de un mundo globalizado, en el cual las operaciones de comercio exterior juegan un papel vital para la cadena de producción y suministro.
LOS GRANOS COMO MATERIA PRIMA:
Si bien es cierto que existen más productores a nivel global, Rusia y Ucrania se han posicionado como los mayores productores de granos en el mundo. Estos granos (trigo, maíz y semilla de girasol) son las principales materias primas para la producción de alimentos balanceados.
“En un periodo de 10 años, Rusia duplicó su producción de trigo, que es exportada en su gran mayoría, abarcando casi el 20% de la demanda en el mundo”.
Los principales compradores de las exportaciones rusas incluyen naciones del norte de África y del Medio Este, en especial Turquía y Egipto. Al igual que Rusia, Ucrania es uno de los principales productores de cereales en el mundo, debido principalmente a sus suelos fértiles. En la actualidad, Ucrania es el quinto exportador mundial de trigo y el cuarto exportador mundial de maíz.
La analista de Reuters Karen Braun advirtió sobre un hecho que podría cambiar el balance de oferta y demanda de maíz a nivel global: “Sería devastador para el mercado global de maíz si Ucrania no puede plantar su cosecha esta primavera. Representa el 16% de las exportaciones”.
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El 6 de marzo de 2022 se evidenció el alza en los mercados mundiales de los cereales. En la bolsa de Chicago, el trigo se cotizó en 475 dólares la tonelada, registrando un alza del 6.5%. La solla y el maíz, por su parte, registraron alzas de 1.7 y 2.8% respectivamente, cotizando en 627 y 306 dólares la tonelada.
Estas subidas de precio impactan de forma directa en los mercados de Latinoamérica, por lo que se prevé que las materias primas en nuestro continente tengan un comportamiento al alza en respuesta al exceso de demanda provocado por la escasez de cereales provenientes de Rusia y Ucrania.
EL IMPACTO EN EL MERCADO DE LOS FERTILIZANTES:
La agricultura en Latinoamérica depende de manera notable del suministro de fertilizantes. Como se aprecia en la figura, el 41% de las importaciones que llegan a Latinoamérica desde Rusia corresponden a fertilizantes. Brasil, por ejemplo, importa en total un 85% de los fertilizantes que utiliza para sus cosechas, y de ese 85% una quinta parte proviene de Rusia.
Colombia, por su parte, importa 42% de fertilizante urea de productores rusos y ucranianos. Según expertos, el país experimentará un alza irremediable en costos de este fertilizante, lo que impactará toda la cadena de producción de alimentos animales y humanos, así como el mercado de fibras, combustibles y medicamentos que se obtienen de productos derivados de la agricultura.
«Aumentará aún más el costo de los insumos, al haber una disminución de la oferta, y esto va a repercutir en el ciclo de alza generalizada de precios de los alimentos”. Rodolfo Correa, presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia.
Antes del conflicto de Ucrania, los agricultores de todo el mundo ya tenían dificultades para asegurar el suministro de fertilizantes. Algunos de ellos duplicaron su precio en el último año, debido en gran parte al aumento de los precios del gas natural, entre otros fenómenos mundiales como los cortes de energía en plantas de fertilizantes chinas y el huracán Ida en Estados Unidos.
La guerra de Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia han empeorado la situación. Según los analistas, este conflicto aumenta la perspectiva de una crisis prolongada de suministro, lo que sin duda se verá reflejado en la producción de alimentos balanceados en Latinoamérica.
